Inyección de amor propio directo a las venas

viernes, marzo 29, 2019

Era uno de esos días en que no logré escapar de los estándares de belleza, y mientras veía mis piernas de cerca, sin querer dije: "Ay se me ven mucho las venas de las piernas", haciendo una pausa y arrepintiéndome inmediatamente después, cuando me di cuenta que mi hija estaba a mi lado. Normalmente trato de no hacer comentarios negativos sobre mi cuerpo (o al menos no en voz alta) como parte de mi proceso de aceptación y amor propio, y para poder educar en lo mismo a mi hija, pero esta vez me traicionó el subconsciente.

Así que me quedé callada por un momento esperando su reacción rogando que ella no hubiera percibido mi tono de desagrado cuando dije esas palabras, pero ella simplemente vio mis piernas y contestó: "¿Te estas quedando sin piel, o qué?" como si fuera un chiste. Lo cual me dio mucha risa porque nunca se me hubiera ocurrido verlo de esa manera, entonces comencé a hacer chistes de mis piernas también. Intenté verlo de otra manera, igual que ella y convertirlo en algo a mi favor, como que no todos pueden ver por dónde pasan sus venas y de qué color son y yo sí. Puede que ayude, puede que no.

Lo cierto es que eso de tratar de escapar de los estándares de belleza para quererse y aceptarse, es una lucha de todos los días. Algunos días no lo logro y me gustaría que no se me vieran tanto las venas y otros días puedo apreciar mi piel transparente y hasta me gustaría que brillara con el sol como los vampiros de Crepúsculo. Poco a poco van siendo más los días que sí lo logro (o que me mínimo me vale madre) que los que no.

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