Para viajar sola se necesita un buen acompañante en casa

martes, julio 09, 2019



Estoy en la sala de espera del aeropuerto con la única compañía que nunca me abandona: la sensación de haber olvidado algo. ¿Empaqué todo? ¿Saqué la basura? ¿Le dejé comida al perro? ¿Dejé bien cerrada la casa? ¿Les di abrazo a todos? ¿Les dije te amo a cada uno? ¿Me extrañarán?

La primera vez que viajé sola (por placer) después de tener hijos, ellos tenían 4 y 2 años, y contrario a lo que tal vez muchas pueden pensar, a mí no me dio nada dejarlos. Y no es que sea una madre desnaturalizada, sino que desde los primeros meses después de que nació Malena, rompí con el concepto de que la mamá cuida mejor de sus hijos que el papá; lo destruimos en la recámara de nuestro segundo departamento, después de una acalorada discusión de papás primerizos, en la que yo insistía en querer defender tal argumento, y que por supuesto perdí, porque justamente no había argumentos para defender eso. Es decir, los dos teníamos la misma experiencia en el tema, el mismo escaso conocimiento de cómo mantener vivo a un ser humano y el mismo propósito de vida de mantenerlo a salvo a toda costa. Así que realmente no tenía ninguna ventaja sobre su padre, ninguna habilidad extra que sea adquirida por ser madre, solo la antigua creencia heredada e insertada en el inconsciente.

Pero sentirse segura, en cuestión del cuidado de los hijos, no es lo único que se necesita para viajar sola. Hace poco, en una terraza donde nos reunimos varias mamás que necesitábamos unas bebidas relajantes, una de ellas comentaba que ni de chiste su marido la dejaría ir de viaje sola. Y lo dijo sin molestia alguna. Esta frase me causó tal impacto, que me la llevé a mi casa como niña que se lleva un bicho que encontró en la calle para diseccionarlo y estudiarlo. Al final llegué a dos conclusiones: Tal vez para ella realmente no es algo importante y por eso no ha hecho nada al respecto. O tal vez de hecho a ella tampoco le parezca que su esposo salga de viaje solo. La confianza se dice fácil cuando se trata de ir a cenar con amigos(as), pero se pone a prueba cuando le dices a tu pareja: me voy de viaje con unas amigas(os).

Y por último, algo fundamental es tener amigas que te siguen la onda y se van contigo a todos lados. Viajar sola y abandonar el nido no es para cualquier mamá, no todas se sienten cómodas, y no para todas es algo importante en su vida. Tienes que encontrar a aquellas para las que es tan necesario como para ti. Y cuando las encuentres, no las sueltes nunca.

Viajar sola se siente tan bien porque, no solo significa que eres una mujer independiente que por unos días se escapa de la rutina y se la pasa genial con sus amigas, sino también que el resto de tu familia es capaz de mantenerse en pie sin ti, que has logrado construir una confianza lo suficientemente fuerte con tu pareja y que tienes la suerte de contar con unas amigas que te acompañen.

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