La independencia de una madre

lunes, octubre 09, 2017

Illustration by @don_monoko
Cuando a tu persona le agregas los títulos de esposa y madre, la idea de independencia se vuelve una pelota más que malabarear en tu vida.

Hace unas semanas una amiga de Guadalajara y yo viajamos a la ciudad de México para escaparnos un rato de nuestras rutinas y visitar viejos amigos que teníamos tiempo sin ver.  Yo además de visitar fui a conocer por fin esta ciudad en la que vergonzosamente no había puesto pie en mis 35 años de vida.

El viaje tuvo un sabor a independencia desde el primer abrazo hasta el tlacoyo de requesón del último día. ¿Será que era Septiembre (el mes de la Independencia de México) o solo que estaba yo en otra ciudad sin mi familia?
Viajar sola es algo que me gusta hacer mucho, descubrir y conocer cosas nuevas por mi cuenta alimenta mi alma de una manera especial, tenía unos cuantos años sin hacerlo y había olvidado lo bien que se siente.

El primer día lo puedo resumir en una conversación: las relaciones.
Así como dice el chiste: Estaba un mexicano, un gringo y un alemán… Acá habíamos una mujer casada mamá de tiempo completo, una mujer divorciada mamá trabajadora, un hombre que no cree en el para siempre, una pareja en unión libre y 2 gays... En vista de que éramos un grupo muy diverso había mucho que platicar. Hablamos de cómo cada quien construimos nuestras relaciones, de lo que hemos aprendido en el trayecto, llegamos a conclusiones en las que todos coincidíamos aún con nuestros diferentes estilos de vida y otras en las que no tanto. Pero algo claro para todos era lo valioso que es ser independiente. Y aunque yo hablaba con mucha seguridad, no pude evitar preguntarme si yo en mi posición de esposa-mamá de tiempo completo, realmente lograba sentirme independiente, como cuando revisas después de mucho tiempo si todavía te queda un vestido que no habías usado y que tu estas segura que en cualquier momento te lo pones sin pedos.

El segundo día de mi viaje conocí las casas de Frida Kahlo y Diego Rivera, una pareja de artistas que defendía su independencia dentro y fuera de su relación. Cuando vivieron en la casa azul de Coyoacán cada uno tenía su cuarto, cuando vivieron en la casa estudio de San Ángel cada uno tenía su propia casa y su estudio unidas por un puente. Se oye más romántico de lo que fue, pero al menos se atrevieron a intentarlo a su manera.

“Quizá esperen oír de mí lamentos de lo mucho que se sufre viviendo con un hombre como Diego. Pero yo no creo que los márgenes de un río sufran por dejarlo correr” – Frida Kahlo

El tercer y último día visité el castillo de Chapultepec, nuestro propio castillo estilo neoclásico, lleno de murales históricos…  ¡Her-mo-so! Una de las salas del castillo está dedicado a la historia de la independencia de México, ese espacio en el tiempo cuando los Mexicanos dijeron: Lo siento España, pero no me siento libre de ser yo mismo contigo controlándome cada paso, así que de ahora en adelante haré mis propias reglas y decidiré por mi mismo el rumbo que quiera tomar. Se oye mucho más pacífico y optimista de lo que fue.

“Viva España, pero España hermana, no dominadora de América” – José María Morelos y Pavón.

Morelos sabía que ser independiente es un sentimiento, digo por algo le llamo “Sentimientos de la Nación” al documento que declaraba nuestra independencia ¿no?, y así como diferentes cosas nos hacen felices, todos tenemos diferentes maneras de satisfacer nuestra independencia. Para algunos puede ser ganar su propio dinero, para otros dormir en cuartos separados, o viajar solos de vez en cuando.

Para mi ser y sentirme independiente es no depender del “permiso” de nadie, sea mi esposo, mis hijos o mis papás, para hacer algo que me interesa y que me enriquecerá como persona.
Con esto no quiero decir que  “yo no pregunto, yo solo aviso”  porque luego nos vamos a los extremos. Digamos que mi esposo y yo, como adultos que somos, externamos nuestras inquietudes, las ponemos sobre la mesa y las acomodamos de manera que no interrumpa con nuestras actividades como familia, lo cual requiere de mucha organización (dinero, horarios, necesidades de los hijos, etc.) Sobretodo por la cuestión de viajar que es la más complicada de realizar. Creo que en nuestro caso lo hemos hecho bien porque lo hacemos con moderación, además que no somos millonarios todavía y no podemos salir tan seguido como quisiéramos.

Una cosa muy importante para nosotros es tener bien entendido que no somos dueños del otro, no mandamos sobre el otro, que aunque uno tiene más el rol de proveedor eso no le da control sobre el otro económicamente, porque somos un equipo en el que cada quien está haciendo su parte para formar una familia como decidimos que queríamos hacerlo. (controvesial ¿no?)

Y así acabó mi viaje corto pero con muchas experiencias, mucha risa, mucho aprendizaje. Aunque sí visité más cosas a parte de las que menciono, quedaron muchas más pendientes por visitar en un futuro espero no muy lejano.
¿Ustedes cómo logran sentir su independencia en su rol de familia?

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