Carta a la mamá de Bohemian Rhapsody

miércoles, noviembre 07, 2018

Estimada madre desconocida de Bohemian Rhapsody:

Tengo tiempo pensándote y hoy me animo a escribirte. Escuché lo que pasó con tu hijo en una canción de Queen. Una canción que llevo tiempo escuchando pero que desde hace unos años me pega diferente. 

Yo soy madre también y lo que les pasó a ti y a tu hijo ha tocado las fibras más sensibles de mi maternidad.  Debo confesarte que apenas me enteré de la tragedia, te juzgué horriblemente. Me fui directo contra ti sin conocerte y te hice responsable de todo. Cuestioné tu maternidad, tu crianza, tu atención y tu amor. Construí una imagen de ti con pedazos de las peores madres que han creado las películas y las noticias. Drogadicta, alcohólica, abusadora, un ser trastornado con lo estándares de moralidad por los suelos… ¿lo eres?

Después pensé que tal vez veo mucha televisión, que tal vez no tenías que ser un monstruo para estar en esa situación, y solo eres una madre que hizo lo que pudo para sacar adelante a su hijo... ¿lo eres? Después de todo, tu hijo te amaba, fuiste su último refugio. Pero yo necesitaba ponerte en el peor de los escenarios, porque la idea de que no fueras la peor de las madres digna de tu propia película de terror, significaba que algo así podía pasarme a mi también; y es ahí donde yacen mis miedos más profundos.

Desde que soy mamá hay una parte de mí que siempre tiene miedo. Que siente que en cualquier momento un movimiento en falso podría arruinarlo todo y no sentir los síntomas sino hasta que se revelara el triste final en su etapa terminal, donde ya no hay nada que hacer.

Tú eres uno de mis peores escenarios. Uno de tantos donde mis hijos cometen errores fatales y su vida termina de la manera más trágica. Uno de tantos que termina conmigo repitiendo la pregunta ¿dónde fallé?, todos los días del resto de mi vida.

Por favor, dime si después de tantos años lograste responderte esa pregunta. ¿Fue falta de cariño y abrazos? ¿Fue la falta de una figura paterna? ¿Fue no dejarlo ser o dejarlo ser demasiado? ¿Fuiste muy dura o fuiste muy suave? ¿Fueron las amistades? ¿Fueron los signos de depresión que no viste? ¿Fueron las drogas que no buscaste en su habitación? ¿Fue ese castigo que no pusiste a tiempo? ¿Fue esa terapia que creíste innecesaria? ¿Fue que no hiciste suficientes preguntas?

Dicen que las madres de ahora somos demasiado sobre protectoras con nuestros hijos, que no los dejamos equivocarse o frustrarse, me pregunto qué opinas de eso, apuesto que piensas diferente.

¿Lo has podido superar?¿Has podido perdonarte?

Perdóname si te bombardeo con tantas preguntas de las que probablemente no tengas respuestas, solo soy una madre depositando mis miedos en esta carta esperando aliviar un poco el peso de traerlos encima. Tratando de aprender de todos los hubieras que seguramente repasas en tu cabeza y que lejos de brindar alivio solo te torturan más.

Siento haber pensado lo peor de ti sin conocerte. Realmente solo eres una proyección de mis miedos y cuando te juzgué horriblemente, en realidad me estaba juzgando a mí en ti.  Las madres podemos ser muy duras con nosotras mismas.
Al final no importa cuántas preguntas hagamos o cuántas madres cuestionemos, no hay una repuesta correcta que nos garantice ser buenas madres. Todas en algún momento nos vamos a equivocar, así que solo nos queda saber reconocer nuestros errores, aprender de ellos y esperar que no sea demasiado tarde.
Ojalá bastara con amarlos ¿no?

Con cariño
Una madre desconocida.

You Might Also Like

1 comentarios

Google Analytics

Pin embed

Subscribe